El yihadismo es un neologismo occidental utilizado para denominar a las ramas más violentas y radicales dentro del islam político, caracterizadas por la frecuente y brutal utilización del terrorismo, en nombre de una supuesta yihad. La yihad como concepto básico del Islam es una cuestión debatida. Tiene dos tipos de acepciones: la "yihad menor" de inspiración violenta, en la que se intentan legitimar los yihadistas, y la "yihad mayor", de interpretación espiritual, que representa el esfuerzo que todo creyente debe realizar para ser mejor musulmán, mejor padre o madre, esposo o persona.
Los objetivos político-religiosos
Numerosos Yihadistas internacionales instruidos, y armados por Al Qaeda marchan a Iraq con la intención de derrotar a las fuerzas de la coalición, algunos de ellos son reclutados en España. Sus objetivos son matar el mayor número de soldados de la coalición y provocar grandes conflictos civiles que derriben el frágil gobierno iraquí, enfrentando a suníes y chiíes.Con el fin de recrear un escenario viable para imponer su ideología.El yihadismo como derivación del salafismo, es un fenómeno heterogéneo, donde coexisten diversas interpretaciones sobre cómo “volver a los orígenes del Islam”. Los principios de todos estas doctrinas consisten en restaurar la grandeza del Islam, reislamizar a las sociedades musulmanas desde la más estricta ortodoxia y la aspiración de crear estructuras políticas que velen y promuevan la realización de dichos principios. El ámbito de actuación puede ser únicamente regional pero todas las líneas coinciden en el deseo de lograr la unión de todos los musulmanes, y la voluntad de extender el Islam por todo el planeta. La prioridad de cada objetivo, los métodos a utilizar para lograrlos, dependen de las características históricas y políticas de cada región. Soliendo definir esto las diferencias entre unos y otros grupos.
Sus objetivos suelen ser graduales y a medio plazo pasan por derrocar a los gobiernos liderados por musulmanes moderados que ellos consideran apóstatas, impíos y corruptos, por ser tibios e hipócritas y ser aliados de occidente. Son la mayoría de los países musulmanes incluida Arabia Saudita, país que en numerosas ocasiones ha sido puesto en el punto de mira de los yihadistas con el fin de derrocar a la monarquía. Con ello buscan consolidar estados afines desde donde iniciar su expansión, con pretensiones a recuperar los territorios islámicos “ilegítimamente usurpados” y recrear el califato de corte islamista radical a nivel mundial.
Si bien durante los últimos tiempos se han ido consolidando las doctrinas más radicales, con pretensiones en la yihad global, las cuales tienen por prioridad necesaria e ineludible combatir contra Occidente hasta la muerte. Esta teoría está enfatizando la declaración de una Yihad sin cuartel contra Occidente, en lugar de tratar de extender el Islam a todo el mundo, incluidos los infieles y las gentes del Libro, por medio de la predicación y el proselitismo. Para los teóricos del islamismo radical es inaceptable invitar a los responsables de la nueva era de ignorancia religiosa o dahiliya a formar parte del Islam. Según ellos, la única forma de rehabilitar a los occidentales es asesinarlos en número suficiente para que su conversión y sumisión sea verdadera y humilde.
Tácticas y métodos
Los métodos utilizados para conseguir sus fines son muy variados, siendo los más destacables los atentados terroristas perpetrados en territorio occidental con los que buscan un gran impacto mediático, por esa razón suelen producirse frecuentemente de madrugada o a primera hora de la mañana para que tengan la máxima repercusión en los medios de comunicación a lo largo del día. Pretendiendo siempre crear una sensación de enorme terror con la que forzar o chantajear a la opinión y voluntad de los gobiernos y sociedades hostiles a sus doctrinas.
Una de las tácticas habituales entre los yihadistas es el atentado suicida. Esta táctica se emplea normalmente contra civiles, soldados y funcionarios gubernamentales de los regímenes que superan en poder a los yihadistas y se oponen a sus exigencias. La táctica del terrorismo suicida es vista por muchos musulmanes como contradictoria a las enseñanzas del Islam, sin embargo, los grupos que apoyan su uso a menudo se refieren a esos ataques como operación de martirio. Los inmolados y sus simpatizantes a menudo creen que los atacantes suicidas, como mártires de la causa de la yihad, recibirán la recompensa de ir al Jannah (paraíso).
Los secuestros de grandes grupos de rehenes, en lugares públicos o en grandes vehículos de pasajeros, principalmente aviones también son empleados. Junto con los secuestros en masa, los terroristas yihadistas han hecho uso extensivo de la publicidad de los secuestros individuales finalizados con ejecuciones extremadamente sangrientas, normalmente decapitaciones de los secuestrados con un cuchillo, que a menudo son acompañadas de gritos de Allah-u-Akbar, Ala es grande. Este tipo de táctica se ha utilizado notablemente durante la Segunda Guerra Chechena y la invasión de Irak en el 2003.
http://es.wikipedia.org/wiki/Yihadismo
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